Las lecciones y reflexiones de las elecciones
Contextos ✍ Por Gerardo Sandoval
La derrota como el triunfo se explica adentro del partido perdedor. Aquí en el municipio abundan las explicaciones en un historial que no va más allá de tres décadas
Una elección, cualquier partido político desde el gobierno la puede ganar con relativa facilidad con solo ir unidos con su militancia a los comicios. Naturalmente ayuda coaligarse con algún partido menor, que si aporta dos o tres puntitos porcentuales pueden ser decisivos en un cómputo reñido. No cumplir con esta condición sus candidatos han sido condenados a la derrota
Lo anterior puede ser observado en una y otra campaña electoral. Al inicio de la campaña, los priistas mantenían serias dudas de alzarse con el triunfo en Coahuila y reforzaron sus posibilidades al aliarse con el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.
Caso contrario, siguiendo en Coahuila, los engreídos morenos desdeñaron a sus aliados desde 2019, el PT y PVEM, y desde ese momento perdieron cualquier chance de ganar. A días del cierre de campaña “sentaron” a los dirigentes nacionales del partido pero sus candidatos a gobernador se rebelaron a la órdenes. Morena contabilizó vergonzoso 21 porcentuales, casi tres veces abajo del abanderado del PRI-PAN-PRD.
Pero el PRI en el Estado de México, con los aliados del norteño estado y atrayendo el apoyo del Partido Nuevo Alianza, el Panal, fue echado del gobierno. Morena resultó victorioso aunque superó con una diferencia poco más de ocho puntitos y no con los dos dígitos que la noche del domingo presumió su dirigente nacional, Mario Delgado.
En un año estaremos narrando la crónica de la elección presidencial y la jornada de este domingo 4 de junio ha sido el último experimento de los partidos políticos.
Si habláramos en el lenguaje beisbolero, el deporte de Andrés Manuel López Obrador, pues Morena bateó .500 y ganó una elección de dos, ganar en un estado pero perder el otro son cifras de un “champion bat”. En el beisbol, si Amlo presume batear arriba de 300, macanear .500 es cosa de un fenómeno, una hazaña propia de Resortes en El Beisbolista Fenómeno.
No hay porque complicarnos la lectura de la elección de este domingo. El PRI del gobernador Riquelme y del Alito Moreno, superó a los morenos en el estado del carbón por un error de origen. Creyeron que la encuesta es el método infalible y les arrojó al peor de sus candidatos, a un empresario de la industria negra, un explotador de carbón y apasionado de la matanza de toros en los corrales.
Además, el senador Guadiana, ensoberbecido, se negó a negociar con los verdes y petistas, y sin participar en la partida del apetecible pastel, lanzaron candidatos propios. Morena se partió en tres y el resultado fue estrepitoso.
La derrota como el triunfo se explica adentro del partido perdedor. Aquí en el municipio abundan las explicaciones en un historial que no va más allá de tres décadas. Cuando en febrero de 1995 el PRI perdió la presidencia municipal ante el PAN de Fernando González Corona, al abanderado tricolor lo torpearon los propios priistas. Desde el gobierno municipal, donde despachaba Rafael Yerena Zambrano en calidad de alcalde interino, se alentó guerrear al abogado Sergio Arat Sánchez Cervantes. Cierto es aquello de la crisis de diciembre del 1995 y otros factores menores pero la unidad priista nació cuando desde el Comité Directivo Municipal se lanzó un candidato opuesto al bendecido por Yerena.
Recordemos que Sánchez Cervantes era el dirigente del partido y fue azuzado por priistas distanciados del jerarca cetemista. Uno de ellos fue Gustavo González Villaseñor, a la postre miembro de la Federación Costa Norte de la CTM. El método del “voto de insaculado”, le impidió al arquitecto Arturo Cervantes García ser candidato y el agandalle quebró la unidad.
Nueve años, los panistas regresaron el poder a los priistas. Tres trienios fue suficiente para debilitar a los panistas vallartenses, de época fueron sus canibalescas escaramuzas.
Pero luego, otros nueve años más tarde, en 2012, los priistas otra vez perdieron la alcaldía. Un desconocido Ramón Guerrero Martínez, los derrotó con una consigna: Meter a la cárcel a los corruptos del PRI. “El mochilas” ganó la elección, si por su falso discurso de ir contra la corrupción, sino porque los priistas fueron a la elección divididos. González Villaseñor le había cerrado las puertas al grupo del diputado federal Francisco Javier Bravo Carbajal quien desde el Congreso federal supo trabajar hasta posicionarse para ganar con facilidad en una elección interna la candidatura. Le brindó trato con la misma dureza al grupo de González Villaseñor y les cerró espacio en su administración. Para 2009, con algo de calor de Javier Bravo, Salvador González Resendiz fue elegido candidato. Antes de la elección la relación estaba rota. Al final de su gestión Chavita era un alcalde solo y sin apoyo, el abanderado tricolor, Adrián “El Archi” Méndez fue derrotado por el Movimiento Ciudadano.
Los naranjas no fueron más allá del fatídico año 9, la barrera que parece impedir hilar más allá de tres triunfos electorales. Si bien como marca Morena es más aceptado que sus adversarios, el MC y el PVEM, la victoria de los morenos en 2012, se concretó cuando Luis Munguía y su grupo se separó del MC. El MC, Arturo Dávalos, el gobernador, todos le dieron la espalda y no se cumplió el compromiso de hacerlo candidato.
Para los comicios del próximo año, si Munguía lanza su candidatura y por su lado el MC, postula a quien sea, el voto se pulverizará antagónico a Morena, con el profe Luis Michel, con quien sea, Morena resultará victorioso.
Mas allá de múltiples factores y muchas razones, de los nombres de los candidatos, la división interna mata a los perdedores y le allana el triunfo al de enfrente. Y hoy mismo, desde cualquier ángulo que se vea, los naranjas están paleados y mantienen posiciones enemistadas con Munguía. “El mochilas” sigue terco en ser candidato pero él no es capaz de unirlos si no más bien acelerará la caída del MC a niveles por dónde hoy anda el PRI y el PAN.
Y Munguía ya ha mandado varios avisos de que con él, si se trata de reunificarse, no cuenten. A Munguía lo han inflado y ahora está convencido de ser el único capaz de derrotar a los Morenos, al profe Michel, si va por la reelección.
Revolcadero
Por cierto, apenas concluyeron las elecciones y los frentes aliancistas le pusieron fechas para discutir tiempos y método de selección de sus candidatos a la presidencia de la República. Morena es el que más prisa tiene pues informó que llamará a su Consejo Nacional, el órgano que preside el gris gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, para reunirse este próximo domingo 11. Una de las “corcholatas” del Palacio Nacional, Marcelo Ebrard tenía plan de salir hoy y hablar para proponer método y otras cositas, pero aviso que pospuso sus iniciativas y esperar la reunión virtual del domingo. Dice en su punto principal la convocatoria: “reflexión y propuesta para el proceso de selección del Coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación 2024-2030”.******* El que se tomó muy pero muy en serio su “precandidatura” a la alcaldía es Sergio Ramírez Robles que grabó en el Senado de la República y liberó en sus redes sociales muy temprano este lunes un video de minuto y medio. Motejado como “El cubo” se asume como propuesta del Partido Acción Nacional aunque no hace muchos años que los combatía a muerte, sobre todo en la elección de 2015, cuando le hacia el trabajo sucio a Aristóteles Sandoval Díaz, gobernador de Jalisco de 2012 al 2018, y asesinado en diciembre de 2020. En un texto que acompaña su video, dice: Nos comprometemos a poner toda nuestra capacidad y experiencia para que el gobierno municipal garantice que los jóvenes alcancen sus sueños”. Si los dirigentes del PAN toman con seriedad perfiles como el del “Cubo”, sobre todo si su escasa militancia lo aceptan, no hay forma de que recuperan con decencia en la siguiente elección un poco de los muchos, miles, de votos que han perdido.****** Pablo Lemus es el alcalde de Guadalajara, colocado en posición de ser el futuro abanderado del Movimiento Ciudadano al gobierno estatal, catalogado como el único capaz de asegurar el triunfo al MC. Anuncio este lunes que en diciembre pudiera pedir licencia para alistarse a la elección del 2024. Como fecha, diciembre es una fecha que no dice nada relevante. Son los tiempos que al MC le gusta para discutir y ponerse de acuerdo. Desde el primero hasta el último, son días tensos. Lo suyo deberá discutirse en los primeros días para continuar los jaloneos por las alcaldías. Las últimas encuestas reflejan que a Lemus nadie le gana. Pero Morena tiene mejores calificaciones, mejor aceptado que su partido. Lemus sabe que la tarea es amarrar la unidad. Peleados, capaz y pierden, acá perdieron la alcaldía en el 2021.