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La muerte sorprendió al maestro Alfonso Marcial Carrillo

Contextos   ✍   Por Gerardo Sandoval 

Alfonso “Poncho” Marcial Carrillo, había hecho suya la protesta social contra el verificentro impuesto por el gobernador Enrique Alfaro y compartía la creencia de ser un programa tan injusto como “ilegal”. Mas atrás, al inicio de la pandemia por el Covid, organizó a su grupo de amigos y por meses repartieron alimentos a familias de Ixtapa, iniciativa que como otras, afloraron de su sensibilidad social, como sus muestras de lealtad y respaldo al ya desaparecido ex rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López.

Poncho Marcial murió en algún momento de la noche del pasado viernes 14 o el amanecer del sábado, un suceso que conmocionó a la comunidad universitaria de la Bahía, de sobre manera en el Centro Universitario de la Costa de la UdeG y el Módulo Ixtapa de la Preparatoria Regional. De este plantel fue su coordinador por muchos años del cual se separó para incursionar en otros campos, como el servicio público.

En uno de nuestros encuentros en una cafetería de Ixtapa nos presentó a la licenciada, María Magdalena Urbina Martínez, la nueva coordinadora. En este mismo plantel impartía una asignatura y desde 2015 compartía su tiempo como encargado de la Oficina de Notificaciones de la Sala de Juicios Orales del Poder Judicial, con oficina en los juzgados de Ixtapa.

Ángel “Güene” Marcial, en las oscuras horas posterior al deceso de su hermano tuvo la entereza de escribirnos ese mismo sábado para darnos tan infame noticia del deceso de su hermano Poncho. Los dos hermanos caminaron unidos en tiempos de escuelas y entendieron a la perfección los tiempos y cambios políticos impulsados por el grupo que construyó Raúl Padilla López, primero en las lides estudiantiles y después en la rectoría general de la Universidad de Guadalajara. Padilla López se suicidó el domingo 2 de abril.

En el campo de sus relaciones al nivel superior de la UdeG, a veces parecían hasta competir los hermanos Marcial Carrillo. No podemos definir con claridad quien de los dos hermanos era de mayor confianza con José Alberto “El Cone” Castellanos, sin duda su vía de acceso a las grandes ligas de la UdeG y el denominado “Grupo Universidad”. “El Cone” Castellanos Gutiérrez es uno de los pilares de la institución y como todos, fueron piezas formadas en la lucha estudiantil, primero en la Federación de Estudiantes de Guadalajara, la FEG, y ya en la era de la descentralización, en la Federación de Estudiantes Universitarios, la FEU.

Allá por el primer lustro de la década de los 90, un grupo de chavales quinceañeros, solían reunirse en la plaza de Ixtapa. De las primarias y secundaria saltaron luego a la “Jacobo”, en su plantel de la calle Francisco Villa y el libramiento. Se decían ser “La Gallada”. Los Marcial Carrillo hacían gala frente del volante de una flotilla de rudas camionetas, de manufactura gacha y modelo algo atrasado. Poncho presumía orgulloso un automóvil parecido al Galaxy 5000, un Ford de motor potente que dejó de fabricarse a mediado de los 70. (El Galaxy 5000 era una maravilla. A finales de los 70, hicimos una travesía del norte de Nayarit a Guadalajara solo para entregar un lanchón de su tipo a un nuevo propietario).

El legado en la UdeG y sus campus del amigo Poncho se remonta a su ingreso a la prepa regional “Ignacio Jacobo Magaña en los primeros años de los 90. Asistió en la agitada que Padilla López se fortalecía al frente de la UdeG. Gustavo García Pérez fungía como director del plantel. Mantenía una posición “política”, un espacio político concedido a su hermano Horacio García Pérez, un incómodo aliado político de los Padilla en constante asedio. Horacio ejercía mando directo en la FEG pero Padilla impulsaba una corriente alterna para quitarle el control y echar a su grupo.

Para disfrazar las intenciones de la jugada crearon la Corriente Estudiantil Democrática, la CED y postularon candidatos contrarios a los de la FEG. Lorenzo Ángel González Ruiz fue el líder de la CED y punta de lanza del padillismo y después fue el primer presidente de la FEU. De esas revueltas se construyeron los cimientos del nuevo liderazgo, el de Padilla, y el exterminio de su antecesor, el célebre Carlos Ramírez Ladewig. Después de esa elección estudiantil quedó enterrado la FEG y el clan Ramírez. Mayo Ramírez sería el último dirigente fegista.

Entre 1989 y 1991 se tomaron escuelas y se llevó a cabo la pugna contra todo aquel tachado de enemigo de los Padilla López. “El Pala”, Jesús Palafox Yáñez fue enviado a sofocar el incendio en “La Jacobo” y sustituyó a Gustavo García Pérez. No hubo consideraciones para el grupo contrario que por días y hasta semanas se instalaron en la plaza de armas en protesta al desalojo. Uno de ellos era el amigo veterinario Cesar Ortiz.

(Como nota adicional, “El Pala”, años después, se apoderó de la Secretaria General del Sindicato de Trabajadores Académicos de las UdeG ya la usanza del viejo sindicalismo, ejerce férreo control del sindicato de los docentes universitarios. Desde esa posición es miembro de la elite de la UdeG).

De aquellos tiempos vienen personajes como Maximiliano Cisneros Lomelí y después de éste, Julio León Barocio. En los años posteriores también haría ruido Cesar Abarca Gutiérrez y sus amigos. Todos ellos se estrenaron en la grilla estudiantil en la toma de la prepa Jacobo y reanudaron su activismo en las aulas del Centro Universitario de la Costa y siempre bajo la tutela del doctor Armando Soltero Macías, quien como ellos, aunque invertido, también brincó del CUC a la prepa. Soltero Macías vino a fundar el CUCosta y fue su “Rector de Centro” y como pieza del Grupo Universidad  iba y regresaba tomándose tiempo para misiones de tipo político, incluyendo una gestión de regidor.

Alfonso Marcial Carrillo fue parte de la primera generación egresada del CUC. Parte del grupo fue el actual comisario de Seguridad Pública, Rigoberto Flores y el coordinador del gabinete del gobierno municipal y Augusto “El Tito” Alcaraz Valencia. Además, Fernando Castro Rubio, quien fue síndico en la administración municipal 2010-2012 y heredero del notario Carlos Castro Segundo, Verónica Martínez e Hirám Fernández.

Bien podemos establecer que el amigo Poncho fue el más leal de los discípulos que acompañaron a Armando Soltero. Cuando éste llegó a la rectoría dirección de la “la Jacobo”. El Ángel Marcial supo construir sus propias relaciones, más directo con “El Cone” Castellanos, quien fue el tercer presidente de la FEU (1995-1998) y rector del CUCEA, posición de la que se apuntó para rector general en febrero de 2019 y le compitió al actual rector Ricardo Villanueva.

Desde los tiempos preparatorianos, los Marcial Carrillo y casi todos los cuadros universitarios se formaron en el grupo político de Alfredo Peña Ramos, alias “El Atenguillo”, por muchos años director general del Sistema de Educación Media Superior y que, como “El Cone” pero desde la Secretaría General, aspiró a la rectoría general hace cuatro años.

En una “empresa” como la UdeG, construir relaciones personales, profesionales, políticas o académicas es de mucha valía. Como pocos, Poncho sostenía relaciones tan sólidas como pocos. Como su maestro, el doctor Soltero, Poncho se movía con libertad dentro y fuera de aulas y muros universitarios. Cualquiera fuera su iniciativa, recibía apoyo de sus amigos ex compañeros de estudios o de quienes fueron sus alumnos. Uno de ellos, Julián Rosales, fue su alumno en el Módulo de la Prepa de Ixtapa. Juntos fundaron lo que llamaron Grupo LOMAR de Ixtapa, creado para trabajar por el medio ambiente y cuando se ordenó el aislamiento por la contingencia sanitaria del Covid se sumaron a la tarea de ofrecer desayunos, comidas, otros apoyos, a las familias más necesitadas de su pueblo.

Revolcadero

La muerte sorprendió al maestro Alfonso Marcial Carrillo cuando libraba otra de sus luchas sociales, la de combatir el programa de verificación vehicular. A primera hora de la tarde del viernes 31 de marzo, cuando los manifestantes se apoderaron del ingreso norte y efectuaron por más de seis horas el bloqueo del ingreso a la ciudad, escribió: El pueblo unido jamás será vencido! El pueblo se cansa de tanta pinché tranza!. Bajo esas viejas consignas los ciudadanos hemos decidido hacer manifiesta nuestra inconformidad por la “verificación vehicular” que en aras de buscar el cuidado al medio ambiente se convirtió en otro más negocio lucrativo en el que mete las manos nuestro GOBERNADOR ALFARO. A todos nos beneficia esta manifestación (hasta los empleados de este gobierno estatal) así que, apoya cuando menos moralmente, México ya despertó y debemos ser solidarios todos, recuerda que Jalisco es México y Vallarta es la joya del Pacífico”. Como abogado y estudioso del derecho, Poncho Marcial sostenía que la medida carecía de sustento legal para imponerla a los vallartenses, a todos los jaliscienses y a visitantes con automóvil propio. ******* Cuatro días después fundamentó su afirmación en el tema. Del Semanario Judicial de la Federación tomó la Tesis III.1º.  A.9 A (11ª) sobre la obligada verificación responsable. Es un juicio de amparo indirecto interpuesto por un particular contra el Acuerdo SEMADET-009-2021 por el que se decretó Programa de Verificación Responsable (Diario Oficial del Estado, edición 10 de julio 2021). El promovente del recurso considera que dicho decreto “impone un trato desigual, pues prevé la obligación de verificar a quien posea un vehículo y transite en el área metropolitana de Guadalajara y no para quien circule en alguna otra parte del Estado, así como la de que los vehículos de uso intensivo deberán verificar semestralmente”. el Tribunal Colegiado de Circuito determinó que el Programa de Verificación Vehicular obligatoria del Estado de Jalisco, al prever la obligación de verificar a quien posea un vehículo y transite en el área metropolitana de Guadalajara y no para quien circule en alguna otra parte del Estado, así como su periodicidad, no viola los derechos humanos a la igualdad y al libre tránsito. Le legislación establece que, un programa de su tipo, será obligatorio para dueños de vehículos que circulen en el estado cuando se tenga la infraestructura necesaria para dar el servicio de verificación vehicular fuera de esa área, lo cual es lógico y justificado”.****** Por cierto, que la movilización social contra el verificentro vuelve este viernes 21 de abril, tres semanas de la del viernes 31 de marzo. Hay dos convocatorias, una que será respetuosa, sin bloqueos y otra, los que no se andan con medias tintas y amenazan con paralizar la ciudad. “Cierre y bloqueo de Puerto Vallarta. Tomen sus precauciones”, dice el aviso atribuido a la CNERNC. El objetivo es lograr “cerrar en definitivo el verificentro pero esto solo se va a lograr con el apoyo de miles de personas para que el presidente de la república escuche nuestra petición y no nos vamos a retira del verificentro y no desbloquiaremos las avenidas hasta que llegue un representante del gobierno federal. Esta vez vamos con todo”. La publicación, en mayúsculas, añade: “Recuerden este movimiento no se lo va a colgar ningún político ni empresa ni alianza. Somos vallartenses unidos. Juntos con una sola meta, hacer valer nuestros derechos como mexicanos. Para que otras ves el gobierno del estado se la piense en andar inventando impuestos tontos”. Ellos convocan reunirse en el mismo sitio a las once de la mañana. Los pacifistas, llaman a concentrase también frente al verificentro, pero a las nueve de la mañana y de ahí llevar en caravana su protesta hasta la UNIRSE. Solo reiterar, tomen sus providencias, de menos rutas alternas desde las nueve de la mañana.